Carmen Alean, cuenta su historia en el mundo de la artesanía y como ha afectado el virus chino sus ingresos económicos
Por Andrea Susana Gil Rojas (*)
La vida de los artesanos cordobeses, quienes realizan sus labores a diario para sacar a sus familias adelante, se ha visto afectada hace un par de años con la aparición de mercancía China, que amenaza con invadirles el mercado que por muchos años representa su sustento, una economía representada en el emblemático sombrero vueltiao y otras artesanías que fabrican de la palma de caña flecha.
Muchos de estos artesanos son de tradición indígena, de orígenes étnicos, provenientes de comunidades de Tuchín y San Andrés de Sotavento, municipios ubicados en el departamento de Córdoba, en la costa norte de Colombia.
Conozcamos la forma de trabajo por parte de algunos habitantes de estos municipios. Debemos nombrar que no solo por la mercancía china nuestros artesanos se vieron afectados, también la pandemia afectó en gran parte sus ventas.
Para Carmen Alean, una artesana de 81 años, oriunda de San Andrés de Sotavento, ha sido muy difícil salir adelante, pues con el reemplazo de las artesanías chinas sus ventas y su economía disminuyó de manera impresionante. “Comencé en el mundo de la artesanía desde muy joven, pues mis padres me enseñaron a trenzar y mucho después a coser”, comenta desde su casa en donde se dedica a la elaboración del tejido de caña flecha, con el que posteriormente se elabora el sobrero vueltiao.
Para ella éste no solo ha sido el único sustento que ha tenido a lo largo de su vida sino también el legado que le ha transmitido a sus hijos. “Con esto he logrado salir adelante criando y enseñándole también a mis hijos a tejer y coser”.
Actualmente, ella solo se encarga de elaborar el tejido ya que con el tiempo las maquinas que tenia se deterioraron debido a que hubo un tiempo en que la artesanía perdió su valor y no era rentable para el sustento de su familia.
A pesar de su avanzada edad sigue con el tejido, el cual es utilizado también para elaborar accesorios como: Bolsos, carteras, zapatos, entre otros.
Cuenta que anteriormente para la tintura de la palma utilizaban la “vija”, la concha de plátano y la batatilla, materia prima que hasta el día de hoy sigue utilizando. Ella advierte que hoy día muchos artesanos han decidido utilizar químicos o papel barrilete para darle un color más fuerte”.
Para doña Carmen Alean es de gran distracción realizar esta actividad ya que a su edad es lo único que puede hacer. “Esta actividad la realizaré todos los días de mi vida”, dice con orgullos, un orgullo que también lleva en el corazón toda su familia y la comunidad, al ver que, con tantos años vividos sigue activa, laborando, en el mundo de la artesanía.
En fin, la de doña Carmen es una actividad que sigue vigente a pesar que “ahora este virus Chino invadió en gran parte las ventas”. Se refiere al virus del covid-19 y al virus de los productos chinos precedentes del país asiático y que también ha llegado a ésta comunidad, que tiene su origen en la cultura Zenú.
(*) Estudiante programa de Comunicación Social de la Universidad del Sinú Elías Bechara Zainúm