Foto archivo particular

Gustavo Ayala por cumplir un requisito para ingresar a la universidad termino
en Egipto siendo parte del batallón Colombia.

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Por: Jorge David Ayala Muñoz (*)

Transcurría el año 1981 cuando Gustavo Ayala estaba en disposición e hizo todos los trámites para poder inscribirse en la universidad del Sinú que en aquel entonces se llamaba corporación universitaria del Sinú, pero para poder matricularse se requería anteriormente la libreta militar, entonces el protagonista de esta historia procedió a inscribirse en el batallón para presentar su examen, este pensó que no sería seleccionado debido a que contaba con una baja estatura.

El 16 de julio del año 1981 se presentó a hacer el examen militar y para sorpresa de él y su familia fue apto para prestar el servicio militar, fue reclutado en el batallón de la ciudad de Montería. “Me sentí muy emocionado, pero a la vez sorprendido, fue una combinación de sentimientos, pero creo que algo muy productivo para mi vida”

Pasados 3 meses fue reclutado para el batallón Colombia número 3 que iría a la península del Sinaí a integrar una fuerza multinacional de paz para enfrentar el conflicto entre Egipto e Israel.

 

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Al momento de dar la noticia a su familia, su madre, la señora Lourdes Arrieta se preocupó demasiado y no estaba de acuerdo con que su hijo fuese a dicho viaje. Esta argumentaba que su hijo que tan solo tenía 18 años recién cumplidos no era apto para ir a una guerra, sin ella entender que él se dirigía a una fuerza de paz, la señora Lourdes tomo la decisión de ir a hablar con un comandante del pelotón de Gustavo, pero nada de esto tuvo frutos para que su intención de que su hijo no viajara se hiciera realidad.

En esta conversación la señora Lourdes recibió una respuesta en aquel momento sorprendente para ella y fue “Señora, usted debería estar orgullosa que su hijo representara al glorioso ejército colombiano, le aseguro que yo daría mis 20 años en el ejército con tal de ocupar el lugar de su hijo”. Algo curioso fue que Gustavo se enteró de esta conversación varios años después ya que cuando esta conversación se efectuó Gustavo se encontraba en la base militar de Tolemaida recibiendo el entrenamiento militar.

Viajo a la península del Sinaí y ese lapso de tiempo se desarrollaron muchas actividades, tuvo la oportunidad de visitar muchos países representando a Colombia en el campamento base que tenían la fuerza multinacional con países como Estados Unidos, Uruguay, Holanda, Islas Fiji, Australia, etc.

También en este campamento se realizaban otro tipo de actividades y una de ellas excursiones única y exclusivamente con fines turísticos, donde el protagonista conoció lugares que él veía imposible de conocer como la ciudad de El Cairo, las pirámides de Giza, la esfinge, todo esto en Egipto, también en Israel lugares como Tel Aviv, el mar muerto, Jerusalén, el monte Olivo entre otras más.

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Cuenta el señor Gustavo que ellos se identificaban con un uniforme camuflado tradicional y que en Colombia se le conocía a este uniforme popularmente como “el triguillo” también dice que en esos lugares el soldado colombiano es muy bien visto en todos los sentidos, afirma que es visto como un soldado aguerrido, fuerte y con todo el performance para combatir lo que sea, debido a que este quedo muy bien visto a raíz del aporte colombiano en la guerra de Corea que entre otras cosas un tío de Gustavo el señor José Ayala Melendez fue participe de la guerra de Corea.

Esta travesía fue una combinación de sentimientos encontrados ya que estuvo alrededor de 9 meses fuera de casa y aunque fuese una experiencia inolvidable al estar viviendo el día a día en un lugar para aquel entonces inhóspito para él, siempre va a ser duro el hecho de estar tan lejos de tu familia e inclusive muchas veces sin conexión alguna.

Gustavo cuenta que sin duda jamás olvidara esta historia y que tiene recuerdos muy claros aun de ciertas cosas, a pesar que todo esto paso hace ya 40 años, y aunque

 

pase el tiempo siempre recordara la vez que quiso entrar a estudiar y termino en el otro lado del mundo en medio de una guerra.

Actualmente el señor Gustavo Ayala tiene 57 años de edad, se encuentra casado con la señora Aura Muñoz y ambos tienen una familia conformada por 3 hijos. Gustavo es oriundo de la ciudad de Montería, pero desde hace 4 meses reside en el municipio de Cisneros-Antioquia por cuestiones de trabajo donde se desempeña como supervisor de fibra óptica en el túnel de la quiebra.

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(*) Miembro Reporteros Unisinú. Dirige: Ramiro Guzmán Arteaga

 

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