Foto tomada de: laguiamonteria.co
(*) Reporteros Unisinú

Las muertes por COVID 19 invadieron nuestro país desde el 2020, provocando así un gran cambio cultural, debido que estos muertos por infección no podían ser velados.

Los funerales son considerados un acto importante en la cultura mundial, y una costumbre para muchas personas, despedirse de los “muertos” es consideradamente muy importante desde el ámbito psicológico ya que esto permite asimilar las pérdidas.

Pero ¿qué pasó con aquellas personas que no pudieron despedirse de sus seres? ¿Como vivieron este hecho?

Conocimos el testimonio Mercedes una señora del barrio la granja, quien nos narró lo que vivió, con la repentina muerte de su hermana que para ella fue y sigue siendo algo inexplicable.

“Bueno ella mi hermana cuando ella le empezó eso, ella por medio de teléfono me llamada para decirme que se sentía unos malestares, después de esos malestares, ella quedó en la casa mal y otra vez me llamo en la mañana pero  como ya  no pudo caminar y los malestares continuanban, Entonces ya salió de allí y se vino hacia la casa y de la casa ya en la tarde como a  las 6 de la tarde y siguió  mal y mal con dolor de atrás en la cadera en la cabeza, fiebre bien alta  y se fue para la clínica, cuando estaba en la clínica, me llamo otra vez en la noche a las 7 de  de la noche me llamó y me dijo que se sentía mal.”

Este testimonio nos hace ver  como  este virus actúa rapido  y de manera progresiva, en un abrir y cerrar de ojos la hermana de Mercedes se fue empeorando con el pasar de las horas

“A mí me operaron de tumor de cáncer, y pues no ¡¡pude!! yo no pude acompañarle a ella. Ella me llamaba, me decía como que para que yo la fuera a acompañar, para que fuera en ese momento, pero me dio tanto dolor que yo no pude asistir, Entonces ella por medio de un teléfono cada ratico que ella podía, todavía cuando ya podía hablar me llamaba y me decía -maná me estoy muriendo-, no sé qué tengo, ayúdame”

Y es que mercedes por razones gubernamentales no podía responder a la petición que le hacía su hermana, ya que el Gobierno había restringido muy severamente las compañías a las personas que iban de emergencia a los hospitales.

Pero para la hermana de Mercedes era aún más restringido la compañía de una persona, ya que está presentaba síntomas de COVID , por esta razón había que mantenerse en total aislamiento.

Así fueron pasando los días y la hermana de Mercedes murió en una sala UCI en la compañía de nadie, pero el testimonio de Mercedes no es el único también conocimos a Juan David quién nos narra un poco de la historia de su familia.

“Bueno en la muerte de una tía que no era tan cercana a nosotros, pero se puede decir que estuve como bastante cerca en el momento de que pasó todo puesto que más o menos como a mediados de junio nos dan al aviso que ella se siente mal, de que está presentando algunos síntomas, entonces mi papá me dice vamos al centro de salud entonces yo dije: “bueno vamos” como sabíamos que tenía los síntomas de COVID fuimos con nuestro tapaboca y con mucho alcohol”.

Juan David y su papá llegaron en vano ya que nunca los dejaron ingresar a verla y con la misma incertidumbre le toco devolverse.

“Lo que sabemos es que la ingresaron ahí y pues nos fuimos como a esperar el resultado esperar que nos fuesen avisando, es muy duro porque uno como que siempre está acostumbrado a ir donde el familiar que fallece, llegar allá, estar con todos los seres queridos como por decirlo así no pudimos darle una despedida digna de un familiar fallecido más bien queda como la zozobra de que uno quiere despedirlo bien, velar el cuerpo”

El joven con mucha resiliencia y resignación ante lo acontecido, termina de contarnos el relato diciendo ..

“Cada quien vive de manera diferente todo este transcurso, pero así estamos y hay que ir superándonos de estos obstáculos que nos da la vida y la idea seguir avanzando.”

Pero ¿cómo se sale adelante despues de que un familiar tan cercano fallezca y no poder despedirse? , según la cultura griega, indu, judio cristiana los funerales son importante por una cuestion de respecto y de dignificacion a la persona fallecida.

Pero a su vez es un proceso psicologico y mental que hemos hecho inconcientemente, ha sido un proceso que ha prevalecido de generación en generación y que ha adquirido cierto respeto para la gran población mundial que practica esta costumbre.

¿Pero qué es lo que acontece? ¿por que este impedimento para que los pacientes tengan su respectiva compañía? Si la compañía es algo permitido desde tiempo inmorables, ya que esto dignifica la muerte, y permite que los paicientes en caso de fallecimiento no padezcan en soledad.

Y es que esto es importante en el libro (La comunicación con la familia del paciente que se encuentra al final de la vida) dice “La familia se convierte entonces en un pilar básico en el cuidado del paciente al final de la vida, debe considerarse como un elemento terapéutico en sí mismo, y como tal debe incorporarse en la planificación del cuidado,” sin embargo la realidad de este 2020 y 2021 mantuvo lejos miles de familias, sin darles más opción que llorar a sus muertos desde la distancia.

Anyelo Diaz, nos narra “Lo más duro de que mi abuelo haya fallecido fue no poderlo despedirlo de manera adecuada o como nos hubiese gustado, por que aja, no nos los permitían, peor si me hubiese gustado despedirlo de forma más correcta” muchos familiares de victimas que han fallecido cuenta la misma historia, como lo que mas duele es impedimento de despedirse de sus seres.

Consultamos con una doctora para que nos explique el por qué, de esta situación ¿por qué impedir que los pacientes tengan sus respectivas compañías? y aún más grave ¿por qué no permitir despedirse de las personas.

“La razón por la cual Los familiares de los pacientes de los pacientes que están COVID positivos en cualquier centro hospitalaria las visitas están prohibidas por el hecho, que son más susceptibles a propagar el virus o de contaminen del virus.”

La doctora procedió a explicarnos la razón por la cual tampoco se le permite los tradicionales velorios.

“Ahora ¿por qué hoy en día no se puede hacer eventos para despedir a los seres queridos que mueren por este virus?, es por el hecho que los pacientes cuando mueren teniendo el virus COVID 19 no dejan de ser un foco de propagación, sabemos que las personas cuando mueren alguna de sus células quedan activas y al momento de que las personas sean veladas en algún recinto cerrado y haya aglomeración tienen la capacidad de transmitir el virus y las personas que están ahí son receptoras de ese virus”

Las razones médicas son más que contundentes, es un protocolo para tratar de disminuir esta situación tan lamentable, pero ¿cómo hacerle entender esto a los parientes de los difuntos?, a pesar de que se hace para protegerlos, el dolor que sienten las personas al no poder despedir sus familiares es más grande, entonces ¿qué efecto tendría esto a largo plazo en las personas?

La psicóloga Keren Pacheco nos comentó las consecuencias que trae en las personas y que posibles soluciones podemos darle a esta problemática para que esas personas no queden sumergidas en el dolor.

“Es preocupante la situación que han vivido muchas familias, ya que este problema de no despedir a sus seres causa que las personas repriman su dolor, y esto es peligroso, ya que si se reprime el dolor debido a la no despedida puede causar en un futuro fuertes enfermedades mentales, como depresión, alucinaciones, estados de tristeza profundo”

Pero es momento de plantear salidas que permitan despedir a los seres de manera no presencial para así cuidar a los vivos.

“Una posible salida, es la reunión de todas las familias y en un acto ya sea religioso o no, sin la presencia del cuerpo hacer una ceremonia, para que así se puede admitir la muerte y no reprimir emociones.”

Sin duda el virus trajo un cambio de cultura importante, ya que los muertos no se pueden despedir de la misma forma que se hacían años atrás, pero es necesario por salud mental poder despedir a los muertos, aunque sea de manera distinta, por el bien de la sociedad y de la salud mental de millones de familias victimas de este virus.

Por: Natalia Jiménez, Josué Molina y  Miguel Cantero (Reporteros Unisinú)

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